viernes, 16 de noviembre de 2007

Un mini paseo por Iberwine



Madrid amanece (y no por la canción de Hilario Camacho) un año más sin una feria de renombre que ponga a la capital dentro del panorama “feriante” mundial junto a Londres, Burdeos, Dusseldorf y demás. Y me duele, porque Madrid es mi ciudad, donde nací, donde estudié y donde he pasado grandes momentos como aficionado al mundo del vino junto a la gente de la Peña El Sarmiento y demás. Snif

Por eso, ayer me encontraba un tanto apagado ante lo que vi en el paseo anual por Iberwine. Stands de Comunidades Autónomas con cuatro bodegas y algunos stands representativos de bodegas, más por cumplir y hacer algún favor, que por verdadero interés. Poco público, poco movimiento, gente cansada y caras de aburrimiento. Podríamos decir que esta situación puede favorecer el probar vinos de forma muy tranquila. Así es, pero si nos ponemos en el papel del profesional la situación era un poco lastimosa.

Quizá la organización se deba replantear muchas cosas para hacer un Salón anual dedicado al mundo del vino que sea realmente interesante, tanto para el profesional productor como para los potenciales clientes (ya sean distribuidores nacionales, importadores, red HORECA, o el consumidor que bebe vino en su casa) de esos productores. Creo que ahora mismo el Salón se encuentra en la U.C.I. a falta de algo que lo revitalice y le haga salir de ese estado casi en coma en que se encuentra.

No probé muchas cosas, pero he de reconocer que alguna mereció enteramente la visita. Ya llegaremos a ellas.

Empecé por Galicia con los albariños Zárate, tanto el normal 2006 como el Zárate Balado 2006. Ambos estaban servidos un poco calientes y carecían de mucha expresividad en nariz. Un tanto monótonos, planos y sin mucho que decir. Y con falta de viveza por todos los sitios. Todo lo contrario que el Zárate Tras da Viña 2004 criado 30 meses sobre lías. Mucho más complejo y seductor que sus hermanos. Largo, vivo, profundo. Interesante.

Liquidé pronto un Viña Obdulia 2004 que me ofrecieron casi sin pedirlo porque los 15 grados alcohólicos que marcaba aquel Cencibel manchego suponían un escollo importante nada más acercar la nariz a la copa.
Y así llegué a Ferratus, vinos que me quedé sin probar en el Salón de José Peñín y que ahora iba a tener la oportunidad de hacerlo sin ningún tipo de agobio ni de multitudes. Empecé con el Ferratus 2004 y qué quieren que les diga. Pues que es férreo, como su nombre, un tanto duro, tánico, quizá necesite reposo pero la duela estaba demasiado presente. No me convence en este momento. El Ferratus Sensaciones 2003 me seduce más por la buena fruta madura que se aprecia, bien cargada también de aporte barriquero pero se deja beber con más placer. No se muestra la vegetalidad que sí noté en el Ferratus Sensaciones 2004. Vino potente este último, denso y con demasiada pesadez, echo en falta más acidez, más brío (al final es una de las conclusiones que me ha dejado este Salón: la preocupante falta de acidez en el vino español en general, algo de lo que ya hemos hablado hace bastante tiempo en éste y otros lugares de opinión).

Me apetecía probar algo de Madrid y me acerqué a los Tejoneras. El Alta Selección 2005 es un vino un tanto vegetal, que a mi no me invitaba mucho a seguir a bebiendo por sus verdores bucales. Sí es cierto que en nariz ofrece apreciaciones interesantes pero en boca el vino no acompaña. En el Tejoneras 750…sus 14 meses en barrica han podido con el aporte frutal y al final bebes duela en vez de vino. Una pena.

Pasaron sin pena ni gloria los vinos de Sa Cova en Ibiza, Estrecho 2004 y un Finca Valpiedra 2001 (quien te ha visto y quien te ve cuando hace unas semanas abrimos un delicioso 1994)…era la hora de comer algo y de encontrarme con mi buen amigo Manuel Aguinaga.

Volvimos a la carga con un Sa Vall 2006 de Miquel Gelabert que fue para mí lo mejor de esa bodega dentro de lo que probamos. El Torrent Negre de Cabernet Sauvignon no me encaja por el momento. Lo veo un vino demasiado “macho” actualmente. Y decidimos terminar la tarde visitando a Tondonia y a Marqués de Murrieta. En el primero de ellos probamos:

Tondonia blanco Reserva 1989.
Tondonia blanco Gran Reserva 1981
Tondonia tinto Reserva 1987
Bosconia tinto Gran Reserva 1981

En general destacar el buen nivel de los cuatro aunque me quedo en primer lugar con el blanco del 81. Unos vinos blancos inusuales, en el concepto diferenciador que hace a los Tondonia unos de los blancos que más me interesan a nivel mundial. Acidez, estructura, complejidad, sedosidad, elegancia…en una copa.

Gracias María José, gracias Pedro. Ya sabéis el motivo. Esperamos esa joya en celulosa que pudimos apreciar.

En Murrieta un Capellanía blanco sustitutivo del Dorado, un Ygay 1998 y un Ygay 1978. Perfectamente olvidables los dos primeros en su momento actual. Debatimos un poco sobre los cambios en la casa y ante nuestro interés nos sacan el 78. Empezando a vivir y a mostrar su potencial el 78. Gran vino. Gracias Miriam por sacarnos ese Castillo (decirte que te echamos de menos en los últimos meses de ya sabes qué… J)

Y en honor a Madrid y rememorando un concierto que dieron en la capital, ciudad en la que creo que nadie puede sentirse un perfecto extraño o forastero…

http://es.youtube.com/watch?v=imDzw_k1xig

(Si se corta algo, tengan paciencia)

Espero que no tarden en repetir visita. Se oyen rumores de AC/DC para el año que viene (un grupo del que ya hablaré porque me gusta que hayan sabido mantenerse haciendo siempre su línea de música, sin ofrecimientos comerciales a la industria, con sus riffs clásicos y con su estilo propio, guste o no, pero muy suyo)...Veremos. Rock clásico para lo que fue lo mejor de Iberwine desde mi punto de vista.

Un saludo

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The Show Must Go On


4 comentarios:

Anónimo dijo...

No probaste los moscateles de Ariyanas malagueños? Salvando los viejos conocidos de Tondonia, fue de lo que mas me gustó en la feria.
El Estrecho, no recuerdo que añada era, pero a todos nos dejó con mala cara, raro. La verdad es que en ese stand nada destacable, fue cuando me di la vuelta y vi la manzanilla Aurora que me escapé a refrescarme un poco.

IGLegorburu dijo...

Hombre Olaf, bienvenido a Baba O´Wines. No probé los moscateles que comentas...otra vez será. El Estrecho era 2004 (y siempre me ha parecido de los monastrelles más curiosos pero nos dejó fríos).

Un saludo

Carlos Rodriguez dijo...

Bueno Iñaki, ya me contarás las impresiones personalmente. Por cierto yo tengo un grato recuerdo del Estrecho pero del 2003.
En fin, tendremos tiempo para comentarlo.
Saludos
Carlos

mac dijo...

Fue un "iberwine" más rápido para nosotros en esta ocasión...

y no estuvo Pascal Gitton, ni la divertida charleta con este personaje de Sancerre, ni sus Sauvignon Blanc nada tropicalistas...