domingo, 2 de diciembre de 2007

Roco, Baba, Friends…y otras "chicas" del montón

No se piensen que este es el nuevo título de la nueva película de Almodóvar, aunque si hablamos de cine y se cogiera al maestro Hitchcock en su “Crimen Perfecto” rodada prácticamente en una habitación, este pasado sábado se podría haber rodado una interesante película en torno a la casquería fina y a la exaltación vínica en un pequeño comedor. Tan pequeño como grande. Porque así son en el Mesón de Doña Filo, pequeños en espacio (para mi mejor poque es muy agradable el local) pero grandes en lo demás, en el trato, en la comida, en la atención que nos dispensan, en el simple (y a la vez difícil) hecho de hacernos sentir como en casa.

Un año más acudimos a las Jornadas de Casquería (y van ya por la IX edición) que este templo culinario de Colmenar del Arroyo organiza pero en esta ocasión contábamos con dos invitados muy especiales para mí y que vinieron para juntarse con la Peña El Sarmiento. Recién llegados desde su Galicia natal, frescos como las mejores cigalas, aterrizaron Carolina & Carlos, pero sin Roco (http://carlosgrm.blogspot.com/). Gente amable, sencilla, con la que da gusto sentarse a comer, a hablar y a aprender sobre vinos, sobre gases, sobre moda,…Gracias y ya sabéis dónde tenéis vuestra casa.

La jornada tuvo dos partes intensas. El primer acto de la función empezó a desarrollarse a las 14.30 frente a una copa de Viña Albina Blanco Seco 2001. Un vino de Bodegas Riojanas de color dorado suave, con una nariz bastante compleja e interesante, en el estilo clásico de los blancos riojanos aunque con menos intensidad que otro vino blanco que abrimos posteriormente y del que luego hablaremos. Aparece unas primeras sensaciones un tanto húmedas pero el vino va ganando poco a poco en la copa, fruta blanca madura, piel de naranja, frutos secos suaves, Boca viva con buena acidez, ligeramente graso y con final bastante largo. Bastante elegante y perfecto para abrir el telón con unas cuantas aceitunas en la boca.

Siempre es costumbre en el Mesón de Doña Filo ofrecer unos picatostes con un poco de tomate para untarlo en los mismos. La verdad es que es delicioso y decidimos cambiar de registro y unirlo a un Domaine Gramenon, La Vie On y Est Viognier 2002. Quizá este Ródano no se mostró demasiado pletórico ni en nariz ni en boca. Es cierto que estaba un tanto caliente pero apareció demasiado parco y plano. No le dimos mucho juego.

Empezaron a aparecer unos pequeños aperitivos a base de Corn flakes de manos d
e ternera, Gelee de chilindrón de manillas de cordero y Consomé de pies de cerdo con langostinos realmente soberbios, como sucedió con el Tondonia blanco Gran Reserva 1981 que abrimos para la ocasión. Bastante hemos hablado de los blancos de esta bodega, éste está empezando a andar, a gatear, con una complejidad en nariz y en boca que hace que los vinos blancos de esta bodega de Haro cada día me tengan más encantado, para romper esquemas en cuanto a vinos blancos se refiere.

Así llegamos al grueso de la obra, que por la parte de las viandas dieron un buen recital. Platos como esa cazuelita de callos, los chipirones estofados con morretes de cerdo, aceitunas negras y borrajas; el huevo de corral lentamente escalfado con mollejas de cordero, boletus y jugo de hongos hicieron que la casquería alcanzara la máxima expresión que creo que se puede encontrar en la Comunidad de Madrid. Bien servido, explicado y ejecutado. ¿Se puede pedir más?. Gracias a todo el equipo que Inma y Julio dirigen con acierto. Ah! ¡¡Qué rico el queso y las “chuminadas” con los cafés!! :-)



En cuanto a los vinos que siguieron a los que actuaron en primer lugar hay que decir que la primera copa se debió a un Arnoux Pére et Fils Grand Cru Corton-Rognet 2005. Un vino muy primario, elegante en nariz, flores, mucha fruta roja, su estancia en madera pasa casi desapercibida, matices especiados y minerales. En boca es muy vivo con su gran acidez, parece casi masticases uva, persistencia media. Creo que sería interesante ver su evolución en botella.

Luego hicimos un hueco a dos Riojas de 1970. El primero de ellos era un Tondonia Gran Reserva de López de Heredia y el segundo un Bordón de Franco Españolas. El Tondonia es un vino que me parece riquísimo desde sus inicios. A pesar de tener 37 años muestra reltivamente pronto una importancia aromática a base de hojas secas, frutillos en licor, especias suaves, un fondo como de hongos, no decae. En boca es elegante, sedoso, con gran estructura, vivo, un balón. Para disfrutarlo sin límites.

El Bordón es sorprendente. Lo noto más especiado y con un fondo como acaramelado, sin la intensidad del Tondonia pero con matices elegantes en el mismo estilo, frutillos en licor, flores secas, tierra húmeda. En boca es donde está hecho un chaval, tremendamente vivo, poderoso (no me confundan este término), con un nervio exquisito, largo y redondo. ¡Brillante!

Venían ya platos más contundentes y decidimos dar cancha a un Jean Leon Cabernet Sauvignon Reserva 1995 del Penedés. Importante capa de color la que presenta actualmente este vino. Intenso en nariz, aromas ahumados, minerales y especiados, fruta roja y negra madura. En boca pienso que le queda tiempo por pulir ese tanino un poco arisco, buena acidez, y persistencia media. ¿Quedan más botellas por ahí?

El siguiente vino fue propuesto por Carlos y me alegro de la decisión. Un Giuseppe Quintarelli Valpolicella Clasico Superiore 1999 que apareció tremendamente tímido en la copa a pesar de llevar un tiempo abierto. Pero necesitaba más y se lo dimos. Color rojo picota intenso, una nariz elegante, fruta roja madura, restos de aromas a hongos, un fondo especiado sutil. En boca lo encuentro delicioso dentro de su todavía rusticidad, acidez muy buena, tanino por pulirse y redondearse. Largo, profundo. Muy bueno. Carlos, espero que guardes algunas más de éstas.

Decidimos probar un Paisajes I 1998 por darle cancha a un 100% garnacha pero no, no convenció y hubo serias dudas. Tampoco estábamos para debates filosóficos y decidimos atacar a los postres.

Para ello, empezamos con un Sauternes Château Filhot Comtesse Durieu de Lacarelle 1981. Un color dorado bonito. La nariz es de mediana intensidad, aromas amielados, orejones, caramelo tostado, piel de naranja. Me convence más que en boca. Aunque no resulta fofo ni cansino y creo que es agradable de beber echo en falta más complejidad, más viveza y más elegancia. Es un tanto corto en el paso final de boca, pero acompañó de forma decente un poco queso y membrillo.

El último vino fue un Lacrima Lui Ovidio rumano. Un vino licoroso que estuvo servido con un exceso de temperatura notable. La nariz era de mediana intensidad, aromas anisados, pasas, cacao. Boca un tanto cálida, de mediana persistencia. Creo que habría que tomarlo con algo menos de grados centígrados para que se mostrase más agradable.
Creo que era el fin de una jornada deliciosa. Gracias de nuevo a los que habéis podido hacer que sea así. Era hora de abandonar el pequeño pueblecito y poner rumbo a Madrid. Pero surgió una propuesta: ¿y si compramos algo de carne y hacemos un segundo acto?

Nadie lo dudó. Un poco de carne, empanada y lo apoyamos con diferentes propuestas vínicas.

Empezamos con un Chantal Lescure Le Clos des Topes Bizot 2005. Un chardonnay borgoñón algo extraño. Hace poco probé un Labet y saqué la misma impresión más o menos. Éste lo veo un poco más vivo, con menos planicie pero de un corte similar, aromas ligeramente lácticos y tropicales, matices herbáceos. No muy intenso ni complejo. En boca tiene buena acidez, entrada sabrosa pero no muy persistente, un punto amargoso al final.

Siguiendo con Borgoña decidimos atacar a tres vinos tintos de diferentes 1er Cru de Savigny-les-Beaune, de Beaune y de Aloxe Corton. Todos estaban elaborados por Arnoux Père et Fils, bodega a la que agradezco el trato dispensado.

Arnoux Père et Fils Savigny-Les Beaune 1er Cru “Les Guettes2005. Color rojo picota de media capa. Nariz intensa, muy afrutada y floral, matices ahumados y especiados. En boca es potente, primario, con muy buena acidez, buena persitencia y dejando un postgusto en donde la sensación de fruta roja fresca destaca por encima de todo. Me gusta sin ser tremendamente complejo.

Arnoux Père et Fils Beaune 1er Cru "En Genet" 2005 muestra un poco más de capa de color que el anterior. Buena base afrutada, especias, toque terroso, cassis. Boca joven, buena acidez, tanino vivo, persistente.

Arnoux Père et Fils Aloxe-Corton 1er Cru "Les Fournières" 2005 me pareció el vino más complejo de los tres, con una nariz en donde se sigue conservando la buena fruta roja fresca de la casa, aromas a violetas, especias, sigo pensando que el trabajo con madera es sutil, una nariz muy intensa, profunda. En boca sigue la línea de la buena acidez, con buena estructura y complejidad, bastante largo. Muy bueno.

Teníamos abierto desde los comienzos un Viña Real Reserva 1991 que me pareció interesante en nariz, aromas a fruta licorosa, un poco de madera húmeda, hojarasca, recuerdos de clavo, nuez moscada. Boca sedosa, con buena acidez, tanino pulido. Bastante elegante, largo. Rico.

Decidimos terminar con un Chateau Dereszla Furmint Late Harvest 2000. Habiéndolo probado anteriormente sigo pensando que un poco más de viveza es lo que le falta a este vino, que aún estando bien en nariz me resulta algo cansino en boca. ¿O igual es que ya era demasiado vino? Todo es posible. Eran cerca de la 1.30 de la madrugada y habíamos empezado a las 14.30 del mediodía.

Acerqué a Carolina y Carlos a su hotel y creo que todos quedamos encantados de la jornada vivida. Lo que hace falta es que se repita de vez en cuando. Por nuestra parte, encantados.

Un saludo
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The Show Must Go On (Queen)





9 comentarios:

Carlos Rodriguez dijo...

Iñaki, que rapidez. Poco podré añadir cuando durante este puente publique en mi blog las sensaciones de este sabado y menos con las acertadas apreciaciones que has escrito. ¿Por cierto no te ví ni tomar una sola foto de los platos, como lo haces? Ya sé, haces que Pedro me entretenga y mientras tanto flash que te crió, jeje.
Como ya te comenté, a tí y a toda la peña mil gracias y sí, creo que puede ser una gran idea convocar de forma anual este encuentro. Por cierto, magnífico restaurante, soberbios platos e increible el trato.
Saludos
Carlos

IGLegorburu dijo...

Es que tengo no sé cuantos megapíxeles en los ojos :-)). No, iba tomando fotillos según me iba pareciendo (aunque me dejé bastantes platos). Bueno, Pedro da buena conversación :-)

Lo pasamos muy bien...¡qué se repita!

Un saludo

Blog De Vinis dijo...

No puedo por menos que felicitaros por tamaña, rabelaisiana, jornada!!! Para los amantes de la casquería, entre los que me cuento ya de niño (la tripa de mi abuela me hace todavía llorar, ya en el recuerdo lejano), lo que explicas es como para echarse al volante y apuntarse ya a la próxima!!!
Sólo me "sorprende" que no sacarais ningún cava, champagne o espumoso / frizzante para alaguna de las casquerías presentes: en mi opinión es una combinación perfecta,s egún los elementos que la integren.
A la vista de tus notas, pongo ya mis papilas a trabajar ante un Tondonia tinto del 73!!! Y sobre la furmint, me temo que es la característica de la uva,q ue no da ya para más. Yo he abierto alguna botella últimamente (de otras bodegas) y no da la talla que uno cree que debiera dar.
Saludos y felicidades: Gargantúa y Pantagruel estarían orgullosos de vosotros!
Joan

IGLegorburu dijo...

Joan, la verdad es que es cierto. No hubo ningún espumoso...Otra vez será. Dale al 73 y ya nos cuentas

un saludo

Olaf dijo...

Menuda maraton os habeis pegado de vinos. Muy buena crónica, se me hacía agua la boca mientras la leia.

La Guarda de Navarra dijo...

Menuda sobredosis de vinos para acompañar una casqueria de nivel.
Escandaloso y tremendo.
Para compartir.
Me alegra que los bloggers se reunan de vez en cuando.
saludicos.

VadeBacus dijo...

Hola a todos: la verdad es que se me cae la baba al leer las notas. Y carlos, como te lo montas colega! :)))
Un saludo a todos y enhorabuena a Ignacio!
Carlos

IGLegorburu dijo...

Guarda, ya sabes que cuando quieras repetimos...ya sea casquería o lo que se tercie en ese momento. La verdad es que habría que plantearse alguna reunión de eno-bloggeros. Sería divertido :-). Y por supuesto, ese día, a beber cerveza jajaja

Hombre Carlos, bienvenido a Baba O´Wines. Yo creo que ya que el otro Carlos cuadró fechas conmigo para juntarnos en Madrid...¡qué menos que tratarlo cómo se merece por muchos motivos!

Un saludo y enhorabuena por vuestro blog. Os agregaré a mis favoritos :-)

Un saludo

VadeBacus dijo...

Gracias por tu bienvenida y el placer es mutuo. Lo mismo digo, ya estás en nuestros favoritos, también. De hecho no sé porqué no te habíamos agregado antes, cosas del mundo virtual..
Saludos
Carlos