Leía hace poco una entrevista a Gay Mercader, el más famoso promotor de conciertos en España y aquel que fue capaz de traer a The Rolling Stones cuando casi parecía que venía el mismo Satanás, en la que afirmaba el grado de saturación al que están sometiendo a la gente con la gran cantidad de festivales que suceden en verano en este país. Que si el Rock in Rio, que si el Summercase, que si el FIB, y así un largo etc.
Venía a afirmar el grado de agotamiento que los bolsillos de los fervientes festivaleros estaban sufriendo. Claro, este hombre tan pronto te trae a Springsteen como a Elton John o monta el Rock in Rio, pero era realista de que la situación del negocio estaba empezando a desbordarse.
Exceso de oferta para una demanda no tan amplia como pensaban.
¿Les suena algo de esto en el mundo del vino? Pienso que sí.
Por bajar un poco la oferta de vinos, ya les dije que iba a celebrar el lanzamiento del nuevo disco de AC/DC. Y lo he hecho consumiendo algunas cosas.
A las 21.30 horas el Gatinois básico estaba siendo descorchado para acompañar a unos chorizos a la sidra y a unos langostinos. Muy fresco y agradable, con burbuja fina, bastante cítrico y ligeramente mantequilloso. A mi el champagne es una bebida que, sentándome algo mal en las postrimerías de las comidas, me resulta tremendamente disfrutable si lo tomo de aperitivo ya desde el principio y luego aguanto toda la comida con él. Por eso, siempre que hay BBC (bodas, bautizos, comuniones) el brindis del final que se suele hacer, uno emplea restos de vino, agua, o una copa llena de Cava o Champagne que luego no será consumida. Esa mezcla de ácidos y jugos gástricos creo que no me sienta bien.
Los muslos de pato los combinamos con un Domaine de Chevalier blanc 1996. Me gusta esta bodega en Graves, tanto en su vertiente blanca como tinta, ya que suele hacer vinos tremendamente disfrutables a un precio pagable para lo que circula hoy en día por tierras bordelesas. El vino presenta un color amarillo dorado suave, bonito y bastante brillante. La nariz es intensa, un poco guarrindonga en sus comienzos. A mi me recordaba un poco a un queso azul pero con menos intensidad. Le viene bien el tiempo en la copa y la nariz muestra su complejidad, toques minerales y de hierbas aromáticas, ayudada por una rica mineralidad. Es elegante y evocadora, para evadirte un poco. En boca sucede un poco lo mismo, ya que es elegante, con cierto toque graso, buena acidez, esos 12,5 grados están bien integrados, dando un vino que me parece tremendamente interesante y con posibilidad de largo recorrido ya que no daba síntomas de agotamiento.
De aquí a los tintos.
Me volvía a encontrar con otra botella que en su primera ocasión me había producido una gran satisfacción. Un vino con 74 años a sus espaldas y cuyo descorche puede ser una lotería pero que cuando sale bueno, olé!: Viña Tondonia tinto1934
Mis sensaciones son que este vino tiene más color que los de ahora, más nariz que los de ahora, y más tralla en la boca que los de ahora. En definitiva, me parece que hay más vino que los Tondonia de ahora.
Ostras, es que hasta diría que necesita domarse un poco más. Tiene tanino ahí, marcando los pasos, con buena acidez y hasta frutilla de la España pre-franquista aparece.
Uno se acomoda en la silla, bebe, habla, come, bebe de nuevo, la copa se va vaciando y la pena invade.
Emocionante.
Venía a afirmar el grado de agotamiento que los bolsillos de los fervientes festivaleros estaban sufriendo. Claro, este hombre tan pronto te trae a Springsteen como a Elton John o monta el Rock in Rio, pero era realista de que la situación del negocio estaba empezando a desbordarse.
Exceso de oferta para una demanda no tan amplia como pensaban.
¿Les suena algo de esto en el mundo del vino? Pienso que sí.
Por bajar un poco la oferta de vinos, ya les dije que iba a celebrar el lanzamiento del nuevo disco de AC/DC. Y lo he hecho consumiendo algunas cosas.
A las 21.30 horas el Gatinois básico estaba siendo descorchado para acompañar a unos chorizos a la sidra y a unos langostinos. Muy fresco y agradable, con burbuja fina, bastante cítrico y ligeramente mantequilloso. A mi el champagne es una bebida que, sentándome algo mal en las postrimerías de las comidas, me resulta tremendamente disfrutable si lo tomo de aperitivo ya desde el principio y luego aguanto toda la comida con él. Por eso, siempre que hay BBC (bodas, bautizos, comuniones) el brindis del final que se suele hacer, uno emplea restos de vino, agua, o una copa llena de Cava o Champagne que luego no será consumida. Esa mezcla de ácidos y jugos gástricos creo que no me sienta bien.
Los muslos de pato los combinamos con un Domaine de Chevalier blanc 1996. Me gusta esta bodega en Graves, tanto en su vertiente blanca como tinta, ya que suele hacer vinos tremendamente disfrutables a un precio pagable para lo que circula hoy en día por tierras bordelesas. El vino presenta un color amarillo dorado suave, bonito y bastante brillante. La nariz es intensa, un poco guarrindonga en sus comienzos. A mi me recordaba un poco a un queso azul pero con menos intensidad. Le viene bien el tiempo en la copa y la nariz muestra su complejidad, toques minerales y de hierbas aromáticas, ayudada por una rica mineralidad. Es elegante y evocadora, para evadirte un poco. En boca sucede un poco lo mismo, ya que es elegante, con cierto toque graso, buena acidez, esos 12,5 grados están bien integrados, dando un vino que me parece tremendamente interesante y con posibilidad de largo recorrido ya que no daba síntomas de agotamiento.
De aquí a los tintos.
Me volvía a encontrar con otra botella que en su primera ocasión me había producido una gran satisfacción. Un vino con 74 años a sus espaldas y cuyo descorche puede ser una lotería pero que cuando sale bueno, olé!: Viña Tondonia tinto1934
Mis sensaciones son que este vino tiene más color que los de ahora, más nariz que los de ahora, y más tralla en la boca que los de ahora. En definitiva, me parece que hay más vino que los Tondonia de ahora.
Ostras, es que hasta diría que necesita domarse un poco más. Tiene tanino ahí, marcando los pasos, con buena acidez y hasta frutilla de la España pre-franquista aparece.
Uno se acomoda en la silla, bebe, habla, come, bebe de nuevo, la copa se va vaciando y la pena invade.
Emocionante.
Para terminar con unos quesos variados desde la zona de Chablis pasando por Idiazabal y algún que otro ejemplar, decidimos finalizar la noche con un Vega Sicilia Único 1989. Mi impresión es que es un vino que actualmente se encuentra en un estado cerrado de juventud. Se nota todavía una madera noble bien presente, con buena carga primaria que la compensa en parte. Sí en boca tiene esa cierta profundidad que creo que era marca de la casa, aunque tampoco en exceso frente a otras muestras probadas con más años a sus espaldas. Tiene todavía mucha “chicha” por domar pero no resulta agresivo cual sierras mecánicas vínicas que circulan por territorios cercanos a los de esta ilustre casa. Con los quesos más curados sentaba de maravilla…pues eso, que disfrutamos mucho.
Todo en honor de AC/DC y ya ven que hay cuatro botellas menos en el mercado. Uno pone su granito de arena.
Venga, para que vean de nuevo a estos chicos en acción:
http://es.youtube.com/watch?v=MpdnV3ucOrI&feature=related
Un saludo
Todo en honor de AC/DC y ya ven que hay cuatro botellas menos en el mercado. Uno pone su granito de arena.
Venga, para que vean de nuevo a estos chicos en acción:
http://es.youtube.com/watch?v=MpdnV3ucOrI&feature=related
Un saludo
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The Show Must Go On (Queen)
12 comentarios:
Confieso mi desgracia ante los históricos de Viña Tondonia que he podido comprar por ahí: su estado de conservación (en tiendas perdidas de media España) resultó siempre deplorable, afectó a corcho y a contenido y la decepción, tras arduas tareas de apertura, siempre ha acabado asomando a la copa. Me llena de admiración este 34 y ese comentario tuyo, como al paso, de un vino de cepas de entreguerras. Vengo de leer "Dientes de leche" de Martínez de Pisón y da vértigo comprobar cómo cosas así siguen existiendo y, en tu caso, están bien vivas. Cualquiera de los protagonistas de esa "novela" podría haber tomado ese vino cuando salió al mercado.
Domaine de Chevalier: coincido plenamente contigo y, además, hay que decir que se trata de un domaine muy bello y agradable de visitar. Yo es que soy un fan de Graves, la verdad, y de sus viñedos, más que de otras partes del Bordelais, más literaturizadas, por así decir.
Saludos
Joan
El Tondonia del 34, increible. Yo que no lo había probado, quedé muy sorprendido,como podía estar así de entero un vino con tantos años! Y coincido con lo que dices, que los de hoy en día no tienen tanta chicha como estos, no se si aguantarán igual...
Rico el Chevalier y el Vega, pues algo falto de botella sin duda. Pero lo importante, que lo pasamos de maravilla.
Saludos
Olaf
Joan, es cierto que en estas botellas uno no sabe muy bien lo que va a encontrarse. Suerte que salió muy disfrutable.
Respecto a Chevalier, me agrada que me digas que merece la pena visitarlo ya que no lo conozco. Tomamos nota...ya que los vinos que hacen me suelen gustar bastante. Gracias!
Ya te digo Olaf, lo principal siempre es eso...que se pasa de cine.
Tondonia 34 y podría domarse... buff.. que suerte has tenido con la botella Iñaki.
Saludos
pd: a esta no le afectará la subida de precios,no?
Jajaja, Carlos, no sé los precios de esa botella. Y sí ha habido suerte...pero había que buscarla.
¿Bajarás este año algún fin de semana por los madriles?
Un saludo
Del post anterior; como siempre gracias a todos por la información. Lo de LdH no era muy dificil de descifrar pero estaba espeso...
Con Viña Tondonia descubri yo hace no mucho otra dimensión del vino blanco, la de la Viura y Malvasia envejecida al modo LdH (jeje) Otro nivel.
Yo como Joan tambien tuve alguna mala experiencia con Tondonias Reserva por, presumiblemente, defectos de corcho y en botellas no demasiado antiguas ni mal conservadas. No creo que sea norma (ni de lejos) pero le añade una incertidumbre al asunto que pa que ....
Entonceeees... ¿del 34? Digo yo que alguien le mirará la fecha de caducidad a estas botellas, que cualquier día de estos os bebereis alguna caducá, cual goyur, y a ver entonceeees... ;)))
Saludos,
Jose
Iñaki, intentaré hacer un hueco antes de fin de año, ya sea a Madrid, Santander o donde haga falta pero de momento hasta que pase la mudanza...
Hablamos
Saludos
Carlos
Hola Jose Luis (por diferenciarte de Jose ;-)), pues imagínate con una del 34...al abrirla uno reza para que salga como debe salir. Beberte historia puede dar inmensas alegrías unas veces, y tremendos fiascos otras. ¡Pero esa incertidumbre es tan bonita...!
Jose, el caso es que no pone en el envase la fecha de caducidad...Igual son atemporales. ¡Vete tú a saber! O igual caducan más allá de la vida de uno...
Ok, Carlos, ya hablaremos..¡Ánimo con mudanzas y demás!
Un saludo
Pero qué bonita forma de celebrar. Veo que sigues conservando las buenas costumbres. No las pierdas :-)
SV, cualquier motivo es bueno y nos sirve como excusa ;-).
A ver si repetimos algo, ya sabes...
Un abrazo
¡Menos mal que no ha resucitado Elvis!
Mis caninos llegan al sótano. Jod.r cómo se lo pasa la peña.
Confirmar las impresiones sobre el Gatinois y los vinos de LdH -el blanco del 64 ha quedado grabado en mi cerebro cual chip-.
Los demás no los conozco -lamentablemente- y siempre se agradecen informaciones de primera mano, digo boca ;-).
"Sos unas máquinas" ;-P.
Abrazotes.
Mario.
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